Escribir como un oficio

Jamás ha sido mi oficio. Tal vez por la falsa creencia de "zapatero a tus zapatos". Escondí durante muchos años el gusto por narrar sensaciones, sentimientos, vivencias. Las tenía en la punta de la lengua siempre, pero no me atrevía a escribirlas. Esporádicamente tomaba cursos y talleres de escritura para darme el chance, pero yo misma saboteaba el intento. Solo hasta comienzos del año 2021, en plena pandemia, decidí reintentarlo.

 

Los escritos son productos artesanales que se van moldeando entre las manos. Esculpir con palabras una idea, es sin duda un arte. Hay que reconocerlo como un proceso creativo y darle el espacio para florecer. Julia Cameron dice que trae sanación. "El arte abre armarios, airea los sótanos y las buhardillas". Agradezco sus palabras, porque fueron un impulso para escribir con disciplina y sin darme tanto látigo. 

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Quiero compartir mis ejercicios de escritura en este espacio digital y abierto. Lo bauticé El Oficio Escondido, tal vez en contraposición deliberada al significado mismo de las palabras. Ni es mi oficio, ni es escondido. Por el contrario. Son escritos que buscan la luz, y se complementan y enriquecen al ser leídos por ustedes.

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LILIANA GONZALEZ REYES